Defina la organización y estructura del entorno. Con un vistazo rápido el estudiante debe comprender dónde encontrará los recursos y las actividades.
Establezca la forma en que organizará los contenidos, las actividades, los foros, entre otros. Por ejemplo, debe establecer si los archivos serán presentados por periodos de tiempo (semana, módulos) o por secciones de contenidos (capítulos, temas).
Considere que la organización y estructura debe mantenerse a lo largo del curso.
Utilice etiquetas en cada una de las secciones, ya que facilita la ubicación inmediata a los estudiantes.
Tenga en cuenta que las animaciones, así como el uso excesivo de imágenes, pueden distraer la lectura y la atención que requieren los elementos importantes.
Habilite cada carpeta o módulo puntualmente. Respete el cronograma de actividades que se propuso para el curso.
Mantenga actualizado el entorno, esto genera credibilidad y, además, es sinónimo de calidad. Utilice la herramienta Tareas para asignar los trabajos, proyectos o investigaciones a los estudiantes.
En el espacio para anotar la descripción, explique de manera concisa, la tarea o el proyecto a realizar. Por lo general se recomienda adjuntar un documento aparte para que los estudiantes tengan la posibilidad de extraerlo de la plataforma.
En cada tarea o actividad se recomienda adjuntar un documento que contenga la consigna o instrucción con el instrumento de evaluación que se va calificar la misma.